ESTO ES BURGACCIA

BURGACCIA nació de una idea tan simple como atrevida: transformar la hamburguesa en un objeto de lujo. No de apariencia, sino de esencia. Un concepto donde cada detalle se cuida como una joya: desde el terciopelo de nuestras paredes hasta la última pizca de sal sobre las patatas doradas.
BURGACCIA no es un restaurante, es un ritual. Una experiencia donde lo italiano y lo americano se cruzan, se desobedecen y acaban fundidos en pan de focaccia dorada.

SOBRE NUESTRA FOCACCIA
El pan de BURGACCIA no se compra, se crea. Cada día elaboramos nuestra focaccia casera, amasada a mano y horneada lentamente para conseguir una textura única: crujiente por fuera, esponjosa por dentro, con el aroma inconfundible del buen aceite de oliva.
No es un simple acompañante: es el lienzo donde se sostiene cada una de nuestras joyas.
SOBRE TODAS NUESTRAS SALSAS
En BURGACCIA no hay fórmulas compradas. Cada salsa se crea en nuestra cocina, con recetas propias y carácter único. Cremosas, intensas, con ese punto secreto que convierte cada bocado en algo irrepetible.
Son el detalle que marca la diferencia, la firma que distingue a cada una de nuestras joyas.


SOBRE NUESTRA CARNE
En BURGACCIA trabajamos solo con piezas nobles de vacuno, seleccionadas una a una. No usamos atajos: la carne se pica a diario en nuestra cocina, creando un blend propio que equilibra jugosidad, sabor y carácter.
El resultado es simple y rotundo: una burger que no necesita disfraces, porque la calidad brilla por sí sola.